Nada

Nada es como yo me lo esperaba, absolutamente nada. Me gustaría creer que es mejor de esta manera, en este camino y bajo este trayecto... pero, no es así. No el día de hoy, no este presente, no en este plano astral, ni en este tiempo ni en esta dimensión.

Es poco peor de lo que imaginaba... dice el dicho "cuidado con lo que pides porque puede que se te cumpla" y así fue: mucho tiempo duré anunciando no desear compañía del tipo amoroso cobijada de muchos tipos de excusas... pero, era sólo yo engañando a los demás, era yo que simplemente le quería a él y a nadie más.

Las cosas han cambiado, me siento profundamente abatida. Desde que tengo uso de razón siempre tuve una razón, hoy y aqui admito que muy, muy dentro de mi he sido y tal vez aún soy una niña muy romántica: siempre tuve un príncipe por quien suspirar y dirigir mi cariño y a veces incluso mis trazos. Me he encontrado por primera vez con esto: vacío... nada.

Pese que siempre he convivido con ella, la soledad se me está saliendo de las manos. He luchado por no volver a viejos vicios mentales autodestructivos, pero no sé por cuánto tiempo podré seguir alzando los tratados de paz.

Me gustaría creer que es mejor así, con una lista muy llena de sueños no cumplidos y un corazón cada vez más difícil de reparar. No puedo engañarme, la realidad es triste y cruel: me he empezado a hacer adulta, de esa adultez donde comienzas a darte cuenta qué dolencias y achaques te acompañarán el resto de tu vida, donde las ojeras se ensanchan, las facciones denotan más rasgos y tus eternos acompañantes demonios cuales siempre te morderán tus talones de Aquiles.

Me encuentro con una sed insostenible, sin embargo hay cosas que se aprenden bien pues sólo el tiempo puede enseñar: una de ellas es la duda en el azul cobalto del cielo, otra es no buscar tesoros donde sólo hay joyas y otra no sé cuál sea la importancia es... la seguridad de un día él leerá todo esto y espero, sólo espero que sienta una octava parte del dolor que me ha causadi; también espero por cuarta parte al menos, la consciencia de que ya nada será igual y no por mejoría.


Y raspando en alguna parte de su ser si es que realmente me quiso aunque sea un poquito, el saber de haberme perdido por seguro.


Hoy quisiera creer que este camino es mejor, pero no puedo... ya tampoco puedo sostenerme de la puta esperanza "algún día será" porque desde el fondo de mi alma y sin engañar a nadie ni a mi misma ya no lo quiero así: ese límite nunca tuvo que cruzarse, pero lo hizo ¿Por qué?... ahora todo está perdido.


Mis acompañantes de soledad (de esos puede haber varios juntos así como separados) me han dicho "es un pendejo, no te merece" y eso ya lo sé, pero ellos no me merecen más.


No tengo rumbo, no tengo dirección, ni meta, ni objetivo: esto es un vacío, un inmenso vacío que ni mis pesadillas me han podido advertir de su existencia. 


Y así por el día de hoy: vivo.


"Sólo Dios sabe cuánto te amé..."  G. García Márquez, en "El Amor en Tiempos del Cólera"

0 comentarios:

Design by BlogSpotDesign | Ngetik Dot Com