No te permito que seas fantasma
frío ya eres, sin aliento ya estoy
pero no puedo permitirme que seas fantasma
no puedo dejar que seas espectro, mi espectro
que encuentra su aparición precisa
cuando más necesito de la calidez fría de tu aliento.
No puedo permitirme que seas mi frívolo espectro
una especie de deidad inexistente
pero de carne y hueso.
Medular de leves desvaríos y signo celeste del camino.
Me he equivocado...
Sobrepuse tu espíritu en un rostro humano
quise ver agua donde sólo hay arena
quise ver colores donde sólo hay números
Pero, la realidad es otra:
no eres tú,
no regresarás
más importante, yo me iré y no regresaré.
Espero nunca volver a escribirte, frío, espectro,
Frío Espectro mío.
Prefiero recordarte como el que nunca tuve
una ilusión intacta casi bonita
Una recreación de mi imaginación
maquillada de música y rosas.
Pero, no hay nada más que lo que es hoy:
El que nunca tuve
el que se fue
y el que nunca me quiso.
(Y yo, la mocosa que inútilmente siempre te ha querido)
"En un momento somnoliento
vi surgir tu imagen entre el viento
No sé si fuíste un sueño tu
o sueño es lo que vivo todo el tiempo
Y sé que te he tratado mal
que no debí llevarte mar adentro
Sin avisarte que quizá
no habríamos de volver al mismo puerto
Hasta el fin del mundo
Y de nuevo vuelvo a ti
como a la flor abierta el colibrí
No sé si yo te haré feliz...
mas juro que tus labios purifican
Igual que un cáncer que es mortal
el mal se esconde donde no imaginas
Pero en la noche tropical algún conjuro tuyo lo disipa
Hasta el fin del mundo"