Octubre


Llevo varios intentos fallidos para articular oraciones, ideas y párrafos concretos dignos (ja) a lo que este espacio nihilista se refiere.

Y qué decir.

No sé qué pensar de ya los pasados 21 años… fue un año de descubrimientos muy dolorosos. Lo rescatable es el aprendizaje por ser menos visceral, víctima de mis emociones y un poco más céfala.
Y hablando de eso… no estoy segura qué tiene eso de bueno. Estoy en un punto donde ya no puedo volver atrás, donde hay que madurar y dar vuelo alto al real inicio de tu vida. Un poco aterrador debo decir.
Sin embargo mucho me temo haberme perdido en decisiones conscientes, justo dentro de la introversión… soy un ser impetuoso y completamente vivaz, ansioso de conocer tantas cosas.
Y es a dónde nos referimos al ¿Qué será?
¿Qué será de mi?
¿Me comerán los buitres como dijo la profecía o tendré los suficientes ovarios para comérmelos yo a ellos?
Y es que falta la contextualización…
Esta pasión no buscada, el latir de todo mi sistema circulatorio, el olor del aceite, emular a Dios y convertirte en creador de colores, matices, formas, seres, ecosistemas, deidad de sueños, portador de ideologías, de amores, de historias y de la belleza más pura jamás comprendida.
Pasión… obsesión… pasión… obsesión…
Sea lo que sea, ni los años, ni la gente, ni las críticas, ni el hambre, ni la realidad han sofocado esa llama. La razón de mi existir asimismo todo lo que lo rodea… la soledad que coexiste en ella de portar un don/maldición incandescente, que no cualquiera comprende. Ya no me lamento por el sueño arrancado… sólo suspiro con nostalgia y algo de alivio, pues mi mente en un leve intento de volar… ya no puede, ya no puedo. Libertad.
Sólo entonces me encomiendo a la soledad de mi camino y desolación de mi objetivo, al camino duro que me espera, al peligro de mi propia vida, a la jungla urbana, esperando un día encontrar lo que no sé qué estoy buscando.
Y mientras tanto, querido eunuco criptorquídico, ruego por lo inexistente que el karma no sea tan duro contigo (la realidad es que sé que así será).

Me iré con la consciencia limpia y pura, llena de esperanzas, esperando lo peor venidero, sin anunciar mi destino y lista para confesarme por si muero en el intento (y moriré feliz haciendo lo que me hace feliz).



La luna de Octubre es la más hermosa de todas… a 22 del 22 con una radiante luna blanca sobre lo negro sin estrellas, creo en mi marchito corazón haber visto señales no sólo de la belleza incomprensible, tan obvia y tan invisible, sino del camino que en este año me espera: solitaria y radiante, en busca de estrellas y Marte.
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