Pesadillas


Así ando yo
Cantando aún mis penas
Queriendo que me ames
Para mi soledad
Y hasta que yo te quiera
Qué quieres que te cante
Por eso me quedo
Ay, ay, ay, hasta el final.

Y así amo yo
Con rimas tan torcidas
Buscando disonancias
Pa mi nueva canción

Y hasta que yo te quiera
Qué quieres que te cante
Por eso me quedo
Ay, ay, ay hasta el final

"Por eso me quedo" Lhasa de Sela


Sueños y pesadillas. Sin metáforas. Carajo.

Distimia

Es oficial, abalado por exámenes y un especialista:

No conozco la felicidad, no sé cómo no ser triste.
Desde... siempre.
Sin una gota de metáfora o alguna otra figura que no sea la literal.




(Pero, una estrellita por mi esfuerzo)











Un panorama desolador. Y un fracaso personal.

Bang, bang


"We both vowed that we'd be one
Now he's gone I don't know why
Sometimes I cry
You didn't say good bye
You didn't take the time to lie"





Me entristece... lo que no pasó.
A todos nos entristece lo que no fuimos para alguien,
la sombra en que nos convertimos después de tirados,
usados, poco útiles después de la falta de creencias
 no de las nuestras 
de aquellas personas en las que confiamos
y ellas que creyeron en algo más
 ¡No nosotros! 
Creyendo más en su soledad
que nosotros haciéndoles compañía
Que no somos 

Fernando Benavides.



(Abriendo la Caja de Pandora)

Más Allá



He tenido noches intranquilas.

Me conozco.

Este reflujo de energía no fue sino una consecuencia de un merecido descanso mental de tantas cosas, ultraviolencias inóspitas y estólidos eunucos. Duermo tranquilamente, cada vez menos sobre superficies heterogéneas. Sin embargo, llevo unas pocas noches con sueños intranquilos... de los que ya debieron de haber acabado desde hace un año exactamente. Viejas y malas costumbres, supongo...

 Me conozco.
Sé cómo puedo soñar despierta y dormida,
sé cómo puedo querer
y a ciencia cierta sé cómo puedo obsesionarme con una jodida idea.

Me conozco... viejos anhelos envueltos de ego y orgullo.
Pero...
también conozco un poco de ciencia: la capirotada formada por imágenes y escenas del ayer y ahora (y todas terminan en un doloroso rechazo... mío). No hay nada mágico al respecto.

Sólo en mis sueños producto de un profundo dormir, sigue vivo... moribundo, pero vivo a fin de cuentas. Paso las horas despierta con mis obsesiones cotidianas, sin recordar siquiera... tal vez algunas ocasiones, como la presente, pues es una noche sin somnolencia y ociosa pereza.

No hay importancia en ello. Grandes cambios se aproximan. Mi miedo a la muerte y más allá ha vuelto, más estrepitoso que nunca.

Sólo espero que mis karmas apunten más a la paz, seguir viva temerosa de la jungla urbana profesada. Dije lo que tenía que decir, mi parte de la historia es sana.

Que Dios me acompañe... en toda su misteriosa existencia, esperando la veracidad de la misma...

Olvido

"Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón". Jorge Luis Borges

Doc

Le extraño.

De la manera más inocente, de la manera más pura.
Soy una persona nostálgica. Recuerdo esas tardes veraniegas donde me gustaba refugiarme en su cuarto, porque era una niña muy sola, la única infante de la casa. Hubo una adolescente además, pero eso fue una mezcla que no pude sobrellevar hasta muchos años después.

Extraño molestarlo, extraño sus lecciones. Me enseñó a leer las notas musicales, hacía travesuras con la ingenuidad que sólo un niño puede tener. Me moría los días que no estaba conmigo, en alguno de sus deberes salvando al mundo de sí mismo y la enfermedad.

Creo que nunca se dio cuenta que me rompió el corazón cuando se fue, pero lo peor fue después cuando la criatura llegó. Nunca me sentí tan celosa, aunque no reconocía siquiera tal sentimiento.

Y todo sucedió... y supe que esos días de educación, juegos y música estridente se habían ido para siempre. Nunca me sentí tan sola en una casa llena de gente conocida o tal vez fue cuando empecé a sentirme sola hasta muchos años después, cuando recobré la cabeza intermitentemente.

Sólo Dios sabe cuánto extraño esos días, sobre todo en mis días más negros, más solitarios, cuando me siento ajena a todo y a todos. Ojalá pudiera volver sólo un momento al pasado cuando nada era tan complicado, ni tan viejo, ni tan devaluado. Hubo grandes ocasiones que simplemente dejaron una remarcable huella en mi memoria: el reloj, las cuerdas, los libros extraños, videojuegos noventeros, canciones que no entendí hasta muchos años después.


Hay cosas que se han ido para siempre, esta una de ellas... y realmente lo lamento.

Llena Eres de Gracia


Si el cielo me deja vivir en este tiempo de ultraviolencia,
Una luz resplandece el futuro, acompañada de mucha vigilia.


Mucho por hacer.

Happy Accidents

Tengo un recuerdo amplio en teoría, pero muy añejo.
Muy por fuera de los significados que se le dan a la palabra "sueño", fue así:y como despertar de los 8 sueños que tenemos en promedio cada noche, pero en este caso correlacionados entre si. La desvanecida y brumosa memoria de los mismos dura unos minutos, hasta que con el tiempo, si acaso deliberadamente se conserva el recuerdo, lo compararía quizá esos restos a un estático cartel hecho en acrílico: una imagen abstracta, tarea sin terminar, técnica imperfecta -no a propósito, aclarando por las estupideces conceptuales-, mensaje perdido y nunca claro. El resto de un sueño, como algunos otros carteles de sueños que colecciono, usualmente los más extraños.

Y me encontré con una figura... como dije: abstracta, llena de conceptualismos que el autor se fumó para explicar tal desastre de composición -en este caso, yo-. Ahora, con una percepción muy diferente de la anterior y una visión la cual me gusta creer, es más objetiva y madura... la figura pasó de abstracción, a simplemente una cosa mal formulada, mal hecha, podría decirse que hasta con prisa e impaciencia. Como tal no tiene otro significado, no hay concepto más que el de una idea cual no terminó de cuajar y una ejecución sin conclusión ni un orden; cualquier otra explicación y trasfondo, no es más que el estólido Conceptualismo: se lo fumaron, me lo fumé.

Sin toda esa mierda, una palabra resalta: difusa. Una figura difusa, que hoy me doy cuenta nunca conocí, tal vez siempre ha sido lo que hoy es. Vi las cosas con mucho desenfoque, tanta contaminación... el resultado fue una cosa, no sé qué será, sin forma, ni derecho, ni revés; sólo bruma, como uno de mis tantos cuadros sin terminar, específicamente de los más viejos cuando no podía ni dibujar un pinche árbol.


Como decía Bob Ross "Aquí no hay errores, sólo accidentes felices"
Un lienzo siempre se puede reciclar.

Qué será, será...


Hay algo que siempre he querido decir.



OJALÁ, realmente OJALÁ... haya valido la pena, ojalá lo haya valido.

Amor mío...




Quiero que por un día me mientas...
y me digas, aunque no sea cierto,
que nunca te alejarás de mi.



Lástima que los placebos ya no sirven conmigo...

Crepúsculo


Yo soy tu noche
y tú eres mi día.

La sanidad de mi demencia,
el orden sobre el caos.

La materia del hoyo negro,
la luz al final del tunel,
el lado brillante de la luna.

Siempre eres,
lo claro entre los dos...

Los Falsos Profetas

Los falsos profetas: los que se autoproclaman el sumo derecho de mostrarte el camino, el buen camino.

Los que alguna vez envidié,
los que alguna vez seguí con devoción de adelita revolucionaria.

En esta noche taciturna,
escuchando la melodiosa voz de una dama fallecida,
la canción que me trajo tanta nostalgia y desahogo
la que describió todo lo terrible que pasó.

Se descubrió el engaño de los falsos profetas,
nació la decepción, el rencor
el tarro henchido por esa traición.

Ya no existen los falsos profetas,
soy dueña de mi camino y de mi destino.

Ya no existen los falsos profetas,
¡Que tanates de tener tanto ego y autoproclamaciones vacías!
Cuanta egolatría y sobre todo cuanta estupidez mía.

A ellos que los defendí, los entendí, los comprendí...


Y en mejores y más bonitas palabras:
Mandé a chingar a su madre a los malditos falsos profetas.

Que sigan con su reino de una persona, lastimosos ellos.
Malaventurados, esos mentirosos eunucos.

Todos iguales, todos falsos, todos disfrazados, todos pobres estólidos víctimas de su ego y disfunciones sociales.
Todos megalómanos,
con logros personales que sólo alivian la realidad en su cerebro.


Por mucho, mucho tiempo admiré a todos esos falsos profetas.

Las cosas cambian.

La Maldición

Quiero que grites mi nombre,
quiero que ahuyes de dolor.

Quiero escuchar tu lamento,
el sollozo emperlado,
ver la oscuridad de tu hoyo negro.

Quiero saber que sufres,
quiero ver cuánta poca piel existe entre tantas heridas.

¡Es tu maldición gitana, la que yo te heredé, la que yo con el corazón desangrado entre mis manos invoqué, y me toca ver finalmente mi karma, quiero verlo, quiero saber, quiero disfrutarlo... me lo meresco, carajo!



¡Quiero ser tuya, porque soy tuya!
Si pudiera serlo más, no dudaría en serlo...
Tómalo todo, tómalo todo ya
quiero embriagarme en esta felicidad
Difícilmente concebida, muchas veces imaginada...
pero, fue mejor de lo que me imaginaba.

¡Las cosas pasan por algo!
En esos abrazos silenciosos,
en esos momentos cansados, dopamizados...
a veces quiero llorar,
porque no sé cómo expresar cuánto te amo.

¡Las cosas pasaron por algo!
Tantas tormentas, tantos delirios,
tantas cosas en tantas partes,
tantos pensamientos inútiles
tantos, pero tantos sueños rotos...
tantos desvelos,
tantos desvaríos,
tantos hijos de puta,
tantos traumas,
tantos miedos,
tantas pesadillas,
tanto llanto,
tantos transtornos mentales,
tantas maldiciones...

Y heme aqui,
feliz.

Aquel Sueño

Un sueño que tuve hace algunas cuantas horas me dejó intrigada. No por lo que sucedió dentro de él y dicho sea de paso, el haber mandado a la médula del averno todo lo que continuamente me hacía daño y en constante espiral siguióse hundiendo mi entonces frágil alma en un caótico hoyo, fue un gran logro y la mayor enseñanza.

Me intrigó, más bien, la razón por la cual pude haber tenido ese sueño.

Tengo una creencia romántica... tonta e ilógica, pero romántica a fin de cuentas (en el estricto sentido de los credos mágicos, lo demás es muy aparte), la cual es sencillamente que los sueños se me presentan por alguna razón. Tengo mis motivos para creer esto, sin embargo es algo personal que no espero compartir en ninguna de las facetas empáticas. Una de las pocas cosas donde me permito coexistir en irracionalidad y misterio.

Y bueno, sin tantos tapujos... mi subconsciente, ser metafísico o sea cual sea la mierda psicosomática más adoc, tenía razón. Algo ocurrió,
y no es para nada mi asunto
ni de mi puta importancia.

No tengo intenciones de desafiar mis procesos emocionales y psicológicos, mucho menos de resurreccionar muertos del pasado. Me creí invencible mucho tiempo, merodeando el confín entre la locura, la agriedad, el rechazo, la nostalgia, lo platónico y de las ilusiones dañinas.

El año pasado aprendí a diluir gran parte de mi ira, como un alivio celestial, si el cielo existiese. Y la que me queda, aprendí a vivir con ella de una manera exponencialmente menos dañina y es más, todo lo contrario.

Necesito perdonar, pero no tengo ni una puta razón para olvidar.


Dicho esto, Lo que pasó, pasó y fue en su tiempo, cualfuese el resultado o el trayecto, bueno o malo... por mi pueden morirse en su miseria, sus malas decisiones, su mal karma, en su tiempo perdido, en sus años corrosivos...
A mi me da igual.
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