Madre mía, hoy más que nunca quisiera protegerte de todo mal...
Quiero
Quiero un valiente
quiero un héroe
quiero un maestro
quiero carne viva
quiero tu carne
quiero tu carne en la mía
quiero físico
quiero cerebro
quiero pintar
quiero danzar
quiero volar
quiero conocer
quiero observar
quiero verte
quiero que la realidad sea mi fantasía
quiero materializarte
quiero tu cabello respingado
quiero que me recuerdes
quiero actuar como mujer adulta que se supone ya soy
quiero ser bonita
quiero ser para ti
quiero invocarte
(¡Y te invoqué!)
Quiero tu dulce melodía
quiero la cuna de tu abrazo
quiero ser leída
te quiero a ti y no al incauto.
Quiero dejar de querer
quiero tener
y quiero que pase rápido el tiempo.
Opiáceos.
Llevo tiempo regando mi consuelo
a veces te secas
a veces floreces de nuevo
¡Eres horrible!
(como te deseo...)
Tomas la poca calidez restante de mis venas
y para variar te mofas de ello.
Triste mi realidad,
pues no dependo de un objeto químico
Que calamidad...
Dependo de mi agonía
y peor aún:
Dependo de ti y tu dulce melodía.
Eres más adictivo
Que la misma cocaína.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)