Lluvia Seca


Cielo rojo.
Tormenta que sólo presume y no llega de verdad.


Soledad...


estas paredes derretidas por el sol
las esquinas oscuras desgranadas
pecho suturado cicatricado, vacío sin emociones ya.
Mis ojos cansados, cuerpo rendido...

sin rumbo
y a la vez insomnio
y a la vez pesadillas sin propósito ni sentido

La decepción... y la verdad.

Cuchillo, Perro & Serpiente


Amanece... acontece.

Hacía mucho tiempo que no veía el amanecer, después de aquellos sórdidos días.
Ni qué recordar...


Ya todo sucedió, pasó. No queda nada más por hacer, sólo sentarse y digerir las cosas...
No volveré jamás: no tengo por qué.

Hoy más que nunca en toda mi corta vida, no tengo absolutamente una sola idea de qué rumbo tomará mi camino.


(Y es que antes las cosas estaban tan claras, como vidrio recién pulido.)

Les he dado cara a todos mis miedos y he cometido unas cuantas otras imprudencias que, con mis 7 vidas, han salido bien hasta ahora. Y ahora, ¿qué?

No siento odio, no siento arrepentimiento. Apenas, algo de indignación, tal vez incluso impotencia. Las cosas son como son, y fueron lo que fueron... lo cual es una gran y enorme tristeza: la reducción de tanto tiempo a cenizas, y a nada.

Para eso vivimos, para eso el tener que pasar tantas peripecias: para nada. Para ser lastimada y eso es.

¿Y ahora qué?

Nada. Vacío. Lienzo en blanco...

El desafío, ese sabor amargo en la garganta que nunca se irá
y el vago presentimiento de que no es el fin, sino apenas el comienzo de la verdadera jornada
(ni el fin de los eunucos, de eso estoy desganadamente segura)

(Y es que es tan inmensamente triste la reducción de toda la ecuación a simplemente nada...)

Enfrenté mis demonios: estoy viva y sin propósito.

Y ahora...

A provocar tempestades, huecos en hoyos y tierra en tolvaneras.
Después de todo eres Marcela, y después de todo debes prepararte para el próximo inicio del próximo ciclo (ya que me di cuenta que, es absolutamente inevitable... del buen modo, al menos)
Y ahora que crecemos, que empiecen los juegos.

Y ahora a suspirar, y suspirar: ¿Cómo hubiera sido?



(¿Por qué todos los hombres que se enamoran de mi son unos completos estúpidos mequetrefes?)
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