Frío


Yo conozco al frío.

Frío, se llama. Un ser ausente de calidez alguna, cínico e irreverente.

Yo conozco a Frío, un híbrido entre monstruo y humano (más monstruoso que el coco, debo decir).

Hace no tanto vi a Frío, tan cínico... me robó todo mi aliento con un beso. Ni perdón me pidió... en cambio, se marchó a calentar bocas y senos.

Hace mucho conocí a Frío, creí entenderlo... creí poder ver más allá de esos fríos ojos, de un color tan áspero y transparente...

Hace tiempo fui conociendo a Frío, ¡Que soberbia fui! intenté calentar esas manos parchadas y con cayos, intenté infiltrarme en un corazón no existente.

Frío dedica versos a las moscas, a la arena y el óxido de metal. Yo siempre se le dedico mis vanas prosas a Frío, quien las niega con fervor...

Frío me engañó... me vio fijamente a mis pupilas descoloridas buscando algo, no sé qué; después, me tocó una canción de cuna, entibiando mis nervios, sólo para entonces robar mi aliento.

Frío siempre está ocupado, olvidó felicitarme en mi cumpleaños.

Frío juega conmigo. Me susurra al oído en la oscuridad y me dejo llevar ilusa e indefensa por yemas duras e intenciones no muy ocultas...

Frío tiene hielo en las venas. Se lleva lo que quiere, y marcha como siempre. Ni un adiós le meresco a Frío...


Frío no me quiere.

Frío no me quiere entera

sólo quiere parte de mi

sólo quiere mi aliento húmedo, presa de él...


Yo no soy fría, sólo no tengo aliento...

el frío, es él.

0 comentarios:

Design by BlogSpotDesign | Ngetik Dot Com