Evolución.

En cada persona pese a la evolución que lleve en su carácter y personalidad, existen pequeñas constantes cuales te definen e identifican como persona. A veces a través de los años las vamos llenando de capas y capas de tierra hasta que pareciera haber desaparecido, cuando en realidad simplemente estuvo enterrada todo este tiempo (y aún así, brotan raíces dando a luz una micropartícula proveniente del ente enterrado).


Hoy me pregunto ¿De dónde demonios saqué tanto cólera, tanto rencor? durante el día de hoy me hice esta cuestión y obtuve montones de razones (las cuales pese a todo, siempre lamentaré), mismas que son absolutamente irrelevantes.

No sé cuánto tiempo me pasé negando mis enojos, pues ya es diferente.

Desde el inicio del presente año tuve un reencuentro nada esperado ni deseado con mis raíces, durante el cual odié la mayor parte y la otra parte no fue más que un coraje en la boca del estómago. Me negué de ellas y hoy lo sigo haciendo, probablemente esto nunca cambie pues nada me une a ellas excepto la sangre.

Pero, muy aparte de ese apartado que no carece de importancia, están todas esas situaciones que se atraviesan conforme los años. Pude controlar lo que me compete, lo que yo hago, lo mío, de mi, para mi (que es de donde viene la mayor parte de mi cólera) y lo que no, pues...

Hubo muchas, muchas cosas donde no tuve control ni decisión, hay personas de mi más tierna niñez que hoy no saben cuánto me hubieron afectado de tal vez inconveniente manera hasta consecutir en la persona que soy el día de hoy (eso es de lo que me lamento). Y bueno... ¿Ya qué se le hace?.

Aterrizando al presente, no escribo para quejarme al respecto e incluso todo lo contrario. Después de ver la rosa, gris, negra realidad respectivamente, finalmente me encontré con la propia: ira. De muchos años.

Hoy ya no recuerdo el sentimiento que me acompañaba diariamente y del cual sacaba energía para hacer montones de cosas, ya no recuerdo nada de eso.

Finalmente... me encuentro con una paz que simplemente no sabía de su existencia (como esas personas que nacieron con males de la vista y según ellos ven "bien", hasta que un día se ponen lentes y observan la gran diferencia).

Hoy me encuentro anímicamente en paz, lo cual es un logro personal muy grande. Ahora sólo me falta ponerme de acuerdo y con bandera blanca hacia todas esas cosas enterradas de mi persona a la personalidad yacente actualmente.

Y llevo todas las de ganar.

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