Mea Culpa


Bien... mi vida nuevamente está cambiando mucho, pero mucho de verdad. Cosas que hace un mes no me imaginé que pasarían, suceden... algunas por consecuencias humanas, otras por mera casualidad/asares del destino.

Bipolaridad acecha con toda certeza y no hipótesis absurdas. Mudo de piel, de ánimos, de inspiración, devociones y de penitencias...

¿Penitencias?

Sí.

Divago.

Parcialmente...

No debería sorprenderme del todo... en mi vida siempre suceden esta clase de giros inesperados, sólo que esta vez me he quedado boquiabierta. Casualidad o destino: usted escoja.

Después de sentirme como cualquier estúpida católica o sea cual fuese la innecesaria y mediocre religión a escoger y sin saber si esta tranquilidad es el ojo del huracán o si ya pasó dejando tempestad y recelo, hoy ya ni sé qué pensar.
Soy terca, muy terca... un ser demoniaco sin pauta y apasionado en toda la extensión de la palabra, para bien y para mal (usualmente para mal mío, como ud. podrá imaginar). Llegué a toda mi insanidad física y mental, incluso social. Fui tan entregada, tan ciega, tan llena de esperanzas que yo misma formaba, tan indigna, tan chillona, tan hincada...
Entonces mis neuronas funcionaron un poco, en medio de todo ese estrés escolar. Me volví otra vez funcional y después de unas pocas muchas arrastradas en el suelo, simplemente me di cuenta "Marcela, en ti ya no está".

Estúpida yo. Estúpida.

Siempre olvido los principios básicos, siempre olvido las verdades absolutas (y eso que no soy absolutista), siempre olvido aprender y practicar todo lo que había aprendido en un pasado para no llegar al caos que es ahora (y en efecto: es mucho más complicado). Tanto esfuerzo, tanto dolor, tanto estrés, tanta angustia...
todo eso se ha convertido en adrenalina
esa que hoy me ha cedado de todo sentimiento noble y puro, de esa incondicionalidad tan característica mía.

Se veía venir...

Haciendo retrospectiva, siempre sucede tarde que temprano

(¿Y aun así no aprendes? ¡Estúpida Marcela!)

Nada puede describir el vacío que siento ahora, ni la decepción que ha sido tallada en marfil durante años y detallada los ultimos meses. Nada puede describir mis sueños y esperanzas pisoteados y muertos, sin muchas ganas de resucitarlos...

Y hoy llegan los penitentes que esperan solucionar el hambre en el mundo dando un pedazo de pan, hoy llegan sin remedio mas que hablar y esperar que mi corazón y mi alma no estén agotados ya...
Hoy llegan reivindicandose e incluso humillandose, no plenamente conscientes de todo lo que yo misma me humillé durante tanto tiempo y de cuantas reivindicaciones sin razón tuve que dar, sin pena, sin peros, sin objeciones: como puta barata, más claro no está.

Y hoy llegan penitentes, aun con la vergüenza de que les complazca en todo lo que quieran... en este preciso instante recitaré una de mis frases características: Mis ovarios.
Madurar cuesta, cuesta mucho y no todos lo logran. Ser una perra realista y fría también, pero yo me entiendo sola (y ahora ya ni tan sola, valgame la ironía, nunca me lo llegué a imaginar)

Hoy ni siquiera siento reencor, la verdad...
esta mujer ya muy jodida está.

Hoy escribo sin coherencia, sin mucha razón de lo que estoy haciendo en estos momentos, pero aunque fuese todo lo contrario, absolutamente nadie me entendería.

Pues, estos ultimos meses he aprendido que hay cosas que debo llevarme a la tumba.

Sin ganas... con sólo vacío dentro de mi. Meramente escogiendo castigos que algun día he de pagar. Venga... ya qué más dá.

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